La creatividad es la inteligencia divirtiéndose. —Albert Einstein
Cuando un niño dibuja, crea o realiza alguna actividad de expresión plástica, corporal o musical está transmitiendo emociones, sensaciones y pensamientos. El arte aumenta la capacidad expresiva en los niños, ayuda a trabajar la creatividad y la imaginación, fortaleciendo así el proceso del aprendizaje.
Durante los primeros años de vida, los niños juegan, cantan, bailan, dibujan, entre otras cosas. Estas son actividades que resultan imprescindibles para el desarrollo del sistema sensorial, motor, emocional y cognitivo que les permite a ellos aprender a aprender.
En la actualidad las artes dentro del ámbito educativo se ven opacadas por las demás materias, debido a que no todos los docentes ven la importancia del arte, lo perciben como una actividad secundaria que los chicos realizan en su tiempo libre, sin conocer que la creatividad refuerza la zona intermedia entre el sujeto y el exterior. La presencia del arte dentro de la educación contribuye al desarrollo integral de los niños, caracterizándose por enriquecer y realizar un gran aporte al desarrollo de las habilidades y destrezas de los estudiantes por medio de la creatividad, la innovación y la curiosidad.
Como dijo Elliot W. Eisner, profesor de arte y educación en la Stanford Graduate School of Education: “Las artes enseñan a los niños que los problemas reales suelen tener más de una solución posible, que es necesario analizar las tareas desde diferentes perspectivas, que la imaginación es una poderosa guía en los procesos de resolución o que no siempre existen reglas definidas cuando tienen que tomar decisiones”.
a. | Les enseñan a concentrarse en actividades específicas. |
b. | Estimulan sus destrezas psicomotrices. |
c. | Ayudan a desarrollar habilidades de resolución de problemas. |
d. | Favorecen las relaciones personales y el trabajo en equipo. |
e. | Animan a observar, analizar, describir e interpretar. |
f. | Dan un sentido de satisfacción por el término de tareas no inmediatas. |
g. | Pueden ser utilizadas como un instrumento terapéutico para los niños dentro del salón de clases. |
El arte aporta al incremento del bienestar social promoviendo el desarrollo los niños, haciéndolos felices y motivados, que se sientan capaces de tomar iniciativas y de hacer sus propios descubrimientos, disfrutando además seguridad en sí mismos y alimentando su autoestima.
De igual forma, el Psic. Rudolf Arnheim, antiguo profesor en la Universidad de Harvard y en la Universidad de Míchigan, decía que el sistema sensorial es uno de los principales recursos de la cognición y aprender a usarlo adecuadamente debería ser un compromiso importante dentro de la educación, considerando las artes como el medio para el estímulo sensitivo y el desarrollo.
A su vez el arte ayuda a los niños a conocerse mejor a ellos mismos, a expresar su mundo interior y plasmarlo mediante su creatividad e imaginación. Al ser una actividad que se relaciona con los sentidos puede realizarse mediante la escritura, la pintura, la danza, el canto y muchas más actividades. Si se utiliza de manera adecuada, el arte puede traer numerosos beneficios tanto para el aprendizaje como para el desarrollo personal y social.
Arnheim, R. (1993). Consideraciones sobre la educación artística. Barcelona: Paidós. Eisner, E. (1972). Educar la Visión Artística. Barcelona: Paidós. Orellana Alvardo, F. L. (2018). El arte en el desarrollo integral del niño. Realidad y Reflexión, 86-91.