Mis hijos pasan demasiado tiempo con el teléfono

Según los datos recogidos y publicados por la Arcotel (Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones) en el 2017, el 46,4% de usuarios del Servicio Móvil Avanzado poseen un smartphone, es decir que en Ecuador existen 8,1 millones de cuentas de internet móvil, registrando así que desde el 2010 se ha incrementado el uso de internet móvil de un 2,4% a un 48,7%. También nos pone en conocimiento de que 11 de cada 100 niños en edades de 5 a 15 años poseen un teléfono celular, y de ellos 6 usan un smartphone.

El 94,1% de la población de entre 15 y 29 años utiliza redes sociales desde sus teléfonos, mientras que los menores de 15 años corresponden a un 93%. Esto nos demuestra que las telecomunicaciones y las redes sociales se han vuelto una parte fundamental en la comunicación e interacción social y esto se puede evidenciar al contabilizar cuántos de los miembros de nuestro hogar mantienen un teléfono celular o una tablet.

Muchos padres se encuentran preocupados por el uso excesivo de las tecnologías por parte de los más jóvenes, pero hay que tener en cuenta que la generación actual es nativa digital. ¿Qué quiere decir esto? Los nativos digitales son todos aquellos que nacieron cuando las tecnologías digitales ya existían. Con esto no quiero decir que se les debe dar excesiva libertad a los chicos en cuanto al uso de las TIC. De hecho, el celular puede ser un excelente medio para unir a los miembros de una familia; pero paradójicamente, es también una forma de separarlos o aislarlos, pasando de una interacción cara a cara en la que se desarrollan habilidades sociales a tener una comunicación más impersonal.

Frente a esta situación, la Universidad de los Andes realizó un análisis y elaboró un manual con recomendaciones para padres y educadores, que expresa lo siguiente:

Como padres es importante ser conscientes de que las nuevas tecnologías nos han traído tanto ventajas como desventajas, pero la solución no es satanizar el uso de los aparatos electrónicos, sino enseñar el uso adecuado de estos, evitando la dependencia y siendo coherentes con las normas y límites al momento de ingresar a los más jóvenes al mundo de las tecnologías.