ARTÍCULOS DE INTERÉS

Enseñanza digital: Un nuevo reto

“El gran motor del cambio es la tecnología”. —Alvin Toffler—

La educación digital corresponde a la educación presencial y a distancia que hace uso de las tecnologías, teniendo como objetivo la adquisición y desarrollo de competencias y habilidades para aprender, convirtiéndolo en un proceso de permanente formación que representa una oportunidad para aumentar la cobertura educativa, extendiéndose rápidamente como consecuencia de las tecnologías de la información y de la comunicación y su impacto social.

Las teorías que hablan sobre la enseñanza y el aprendizaje indican que el sistema educativo de la era industrial imaginaba la mente como una caja cuya función era ser llenada por la información que el profesor transmitía. Esto influenció en el desarrollo de programas que resultaban lineales, confundiendo instrucción con aprendizaje y conocimiento. Sin embargo, diversas investigaciones acerca del cerebro humano destacaron que el método que era conocido como “tradicional” restringía el desarrollo de los jóvenes en edad escolar.

Alfabetización digital

Esta alfabetización no debe asociarse al aprendizaje de la lectura y escritura; por el contrario, la alfabetización digital hace referencia al desarrollo de competencias y habilidades necesarias para la participación activa en el uso de medios digitales.

Se utiliza este término para remarcar la existencia de múltiples canales de comunicación, lo que a su vez implica la construcción de saberes que ayuden en la comprensión de la diversidad de lenguajes que son introducidos en la dimensión digital, que van más allá de lo escrito y pueden ser de tipo audiovisual, hipervincular, interactivo e incluso de simulación; y para dar un correcto abordaje se debe trabajar la implementación pedagógica desde un campo multidisciplinario orientado a elaborar propuestas innovadoras de aprendizaje.

Integración de la cultura digital desde la innovación pedagógica

La integración de la cultura digital a la pedagogía supone el impulsar a su vez:

• El aprendizaje participativo, abierto y permanente.

• La producción colaborativa.

• Una pedagogía centrada en el estudiante y en red.

• Propuestas pedagógicas contextualizadas y basadas en proyectos.

La sociedad digital está atravesada por nuevas formas de relaciones sociales y de producción y circulación de saberes, basándose en procesos en los cuales los alumnos participan y producen en colaboración, abiertos al diálogo social y a las oportunidades de aprendizaje permanente.

El Ministerio de Educación de la Nación de Argentina en su folleto Orientaciones Pedagógicas de Educación Digital (2017) describe ciertos objetivos que la cultura digital en la pedagogía debería tener, siendo los siguientes:

• La promoción de la alfabetización digital enfocándose en el aprendizaje de competencias y saberes fundamentales para la integración en la cultura digital y en la sociedad del futuro.

• Fomentar el conocimiento y la apropiación crítica y creativa de las tecnologías de la información y de la comunicación.

• Desarrollar iniciativas orientadas a la construcción de conocimientos sobre la programación y la robótica.

• Incentivar prácticas participativas que favorezcan la valoración de la diversidad y el ejercicio de una ciudadanía responsable y solidaria.

• Fortalecer el rol de las instituciones educativas como dinamizadoras de nuevos modos de construcción y circulación de saberes vinculados a la sociedad digital.

• Propiciar espacios de encuentro y colaboración entre los alumnos, los docentes, la escuela y la comunidad, mediados por prácticas emergentes de comunicación y cultura.

Hablar el lenguaje de los nuevos medios y aprender jugando en entornos digitales

Los medios digitales permiten incorporar en los procesos de enseñanza y de aprendizaje la producción audiovisual y de diversos formatos multimedia. Estos recursos generan nuevas posibilidades de expresión y creatividad para los alumnos e invitan a las escuelas a transformarlos en oportunidades de aprendizaje. A su vez, la tecnología nos permite emular situaciones o ambientes reales con sus diversas variables, que reconstruyen casi con exactitud las condiciones originales que a su vez permiten la interacción y pueden constituirse en poderosos recursos para el aprendizaje. Las escuelas tienen así la posibilidad de impulsar:

• El juego como articulador de la motivación y de la producción de saberes.

• La diversión y la alegría como ejes del aprender.

• Los ambientes digitales como espacios de confianza y de creatividad.

• Las tecnologías flexibles, abiertas y adaptativas.

El jugar toma un rol de gran importancia no sólo porque permite a los alumnos elaborar modos complejos de simbolización y acceso al conocimiento, sino también por ser una poderosa fuente de motivación, intentando fortalecer el aprendizaje como proceso atravesado por la alegría y la diversión.

Bibliografía

Agintzari S. Coop. de Iniciativa Social. (2008). Mejorar la conducta infantil. gurasoena.org. Martin, G., & Pear, J. (2008). Modificación de conducta, qué es y cómo aplicarla. Madrid: Pearson Prentice Hall.